Fundación BBVA Perú
Publicado el 27 de marzo del 2019
Comparte en:

Einstein, la vida extraterrestre y las fantasías poéticas

Edición: Izara García (*)

Puede resultar una paradoja: un científico es alguien con más dudas que certezas. Precisamente en esa aparente contradicción reposa el método científico, según Roberto Emparan, científico español, licenciado en Física por la Universidad del País Vasco y con estudios de posgrado en las universidades de California y Durham. Emparan sabe que la prueba y error que resultan de esas dudas vitales, son esenciales para que los hombres de ciencia intenten alcanzar la verdad.

A veces uno hace una apuesta en una dirección, por instinto, y a veces uno acierta y otras veces no. En el caso de Einstein muchas veces acertó, unas pocas no. Pero puede ser tanto una cosa como la otra, cuando estás en la frontera de lo conocido siempre tienes esa incertidumbre”, afirma Emparan, actualmente profesor de investigación en el Departamento de Física Fundamental de la Universidad de Barcelona.

La periodista Clara Elvira Ospina dialogó con Emparan sobre los misterios insondables del universo en la última versión del Hay Festival Arequipa en el 2018, a propósito de la publicación de su fascinante libro Iluminando el lado oscuro del universo: Agujeros negros, ondas gravitatorias y otras melodías de Einstein, que acerca al lector no especializado a un mundo de cuerpos celestes y fenómenos como la “música” de las ondas gravitatorias, un sonido peculiar que se produce cuando dos agujeros negros colisionan. A partir de esa conversación, hemos realizado la presente síntesis para nuestros lectores.

A pesar de su admiración por el genio de Ulm, Emparan admite que el error también formó parte de su legado. “Cuando Einstein encontró las ecuaciones de la relatividad, fue como entrar en un nuevo continente, una nueva manera de explorar el universo, y al entrar en este nuevo continente todo era tan nuevo que él se sintió desconcertado. Hubo resultados de ecuaciones que se encontraba que no le parecía que pudieran estar bien. Por ejemplo, una de las cosas que le decían es que el universo se quiere expandir, que no quiere estarse quieto, que el universo debe expandirse, y en ese momento él dijo: “No, no, esto no puede ser; estas ecuaciones, tengo que hacer algo con ellas, hay que corregirlas, hay que revisarlas para que el universo no se expanda, para que se esté quieto”. Eso es lo que hizo el creador de la Teoría de la Relatividad. Y se equivocó.

imagen
Clara Elvira Ospina y Roberto Emparan en el Hay Festival Arequipa 2018

¿Científico y creyente?

La ciencia y la religión nunca han sido buenos convivientes, aunque en los tiempos modernos nadie es enviado a la hoguera por decir que la tierra se mueve. Sin embargo, una pregunta se mantiene vigente: ¿un hombre de ciencia puede creer en Dios?

Emparan considera que es un tema al que cada científico llega de manera diferente. “Algunos son creyentes y creo que la mayoría no son, o no somos, muy creyentes, pero sí que hay científicos de primera clase que lo son; […] Todos nos planteamos preguntas, preguntas fundamentales: qué estamos haciendo, el enigma de la existencia es algo que todos nos planteamos. […] Lo que hacemos los científicos es que buscamos una respuesta que por lo menos sea compatible con lo que conocemos. Lo que conocemos es mucho, pero tampoco es todo, estamos cada vez avanzando más”.

¿Y dónde queda el papel del Dios creador de todas las cosas? Emparan lo tiene claro: “Para lo que no conocemos uno se lo inventa, lo que a mí me gusta llamar fantasías poéticas, no creo que sean más que eso. Yo también tengo mis fantasías poéticas para explicarme el enigma de la existencia, pero sé que son fantasías poéticas, sé que no voy a tener la respuesta correcta, busco algo que sea por lo menos consistente con lo que hemos aprendido sobre el universo, sobre la naturaleza. Y aquí cada uno busca la suya”.

El debate sobre la existencia de Dios da pase, de manera natural, a una interrogante que posiblemente nunca obtenga una respuesta concluyente, pero lleva preocupando a la humanidad siglos: ¿Dónde surgió la vida? El científico español sabe que este interrogante solo plantea más interrogantes, así que opta por algo más tangible: la descripción del cosmos que hasta el momento conocemos.

“El universo visible es realmente muy muy grande y está lleno de sistemas solares, de galaxias y de planetas, porque la mayoría de sistemas solares tienen también planetas. Entonces, el número de planetas que hay en el universo es tan descomunalmente grande que parece muy probable que la vida haya podido surgir en otros. No lo sabemos, porque tenemos todavía incertidumbre sobre cómo ha surgido la vida aquí, cuáles son las condiciones y cómo de comunes son estas condiciones en el universo”, sostiene Emparan.

Esa afirmación da lugar a un posible origen de la vida extraterrestre: “Hay semejante número de planetas que parece probable que en algunos de ellos haya surgido vida. […] Si ha surgido vida, probablemente en algunos sitios también haya surgido vida inteligente, aunque es menos probable, porque incluso en la Tierra durante mucho tiempo no ha habido vida demasiado inteligente. Sí que ha habido vida inteligente, pero no inteligencia tecnológica o una inteligencia que se empiece a preguntar cuestiones existenciales como lo hacemos nosotros. […]

Pero ¿por qué no están aquí los extraterrestres? “Eso es lo que a veces se llama la paradoja de Fermi: el universo es muy grande y hay una velocidad máxima a la que se puede viajar en él, que es la velocidad de la luz (300.000 kilómetros por segundo), que nos parece mucho, pero a esta velocidad ya nos lleva 8 minutos llegar al sol, que es digamos la estrella más cercana. A la siguiente estrella ya nos llevaría 4 años a esa velocidad, salir de la galaxia nos llevaría decenas de miles años, viajar a la galaxia más cercana más de un millón de años. Entonces, si la vida inteligente en algún sitio ha surgido, comunicarnos con ella va a ser extremadamente difícil”.

imagen
Roberto Emparan en el Hay Festival Arequipa 2018

Las recomendaciones de Emparan

¿Qué libro nos recomiendas como imprescindible en nuestras bibliotecas? 

Sidereus Nuncius (Mensaje sideral), de Galileo Galilei. Es la vívida narración de Galileo sobre lo que observó al apuntar por vez primera su telescopio al cielo nocturno – y con ello cambió para siempre nuestra percepción del universo que habitamos.

¿Qué personaje histórico admiras más?

Me hubiese gustado poder hablar con: Baruch Spinoza, Galileo Galilei, Marco Aurelio, James Clerk Maxwell, Marco Polo, Mary Wollstonecraft, Arquímedes…

¿Cual investigación científica reciente te parece más relevante y por qué?

La detección de las ondas gravitatorias – los temblores del espacio-tiempo – nos llevará a una nueva manera de imaginar el cosmos.

***

Izara García Rodríguez (España) (*)

Es la coordinadora para América Latina del Hay Festival: Hay Festival Cartagena de Indias en Colombia, Hay Festival Querétaro en México y Hay Festival Arequipa en Perú. Es Licenciada en Historia y Teoría del Arte por la Universidad Autónoma de Madrid (España) y tiene una Maestría en Teoría del Arte Contemporáneo por la Universidad de Goldsmiths (Reino Unido).

Comparte en:

TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR