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Renato Cisneros
Periodista, poeta y novelista

Que sabe nadie

Publicado el 8 de abril del 2022

Renato Cisneros
Periodista, poeta y novelista

Que sabe nadie

Publicado el 8 de abril del 2022

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Sin planes turísticos para Semana Santa, más de uno permanecerá en casa viendo las clásicas películas relativas a la pasión de Cristo. Lo que pocos saben es que algunas de esas cintas tan famosas están basadas en novelas muy populares, que gracias al cine tuvieron una segunda vida. 

1)

En 1951 el conocido escritor griego Nikos Kazantzakis –autor de la célebre novela “Zorba, el griego” (también adaptada al cine)– publicó “La última tentación”, controvertida novela donde recreaba algunos episodios de la vida de Jesús. Aunque en el prólogo Kazantzakis aclara que su interés fue destacar el lado humano del personaje, para la Iglesia ortodoxa griega la sola existencia del libro fue suficiente razón para excomulgarlo. Más de treinta años después, en 1988, Martin Scorsese lleva la novela al cine rebautizándola como “La última tentación de Cristo” (con un soberbio Willem Dafoe en el papel de Jesús), trabajo por el cual gana el Óscar a mejor director del año siguiente. 

2)

 En 1880, casi ochenta años antes de que Charlton Heston encarnase al recio Ben-Hur y ganara la célebre carrera de cuádrigas, ya el militar y escritor norteamericano Lewis Wallace había imaginado, escrito y publicado la historia de ese príncipe judío, coetáneo de Jesús, que debe luchar para recuperar su libertad y salvar su vida. El libro de Wallace –titulado “Ben-Hur, una historia de Cristo”– fue un éxito desde su aparición, llegando a superar en ventas al bestseller del momento, “La cabaña del Tío Tom”. Durante al menos tres décadas fue la novela más leída y traducida de Estados Unidos, hasta que apareció “Lo que el viento se llevó”, de Margaret Mitchell. “Ben-Hur” ha tenido hasta cuatro adaptaciones, siendo la más celebrada la que dirigió William Wyler en 1959, con Heston en el protagónico, y que la Academia premió con la cifra récord de once estatuillas. 

3)

La primera vez que vi “Marcelino, pan y vino” la proyectaron en el colegio. Difícil no emocionarse entonces con la historia del niño que vive en un convento de frailes franciscanos, se comunica con Dios y le da de comer. Canal 5 la emitía infaltablemente en cada Semana Santa. Todos asumíamos que se trataba de una película religiosa española de gran éxito comercial. Nadie nos dijo nunca que la cinta se basa en una novela homónima escrita por José María Sánchez Silva, publicada en 1953, solo un año antes que la película. El libro ganó el Premio Andersen y por largo tiempo fue el título más traducido de España en el siglo veinte. En dos futuros relatos, Sánchez Silva volvió a utilizar al personaje de Marcelino pero sus nuevas aventuras no alcanzaron el encanto de la primera. 

4)

También “El manto sagrado”, dirigida por Henry Koster en 1953, fue primero una novela. La escribió en 1942 el norteamericano Lloyd C. Douglas, interesado en contar la probable historia y trayectoria de la túnica que los soldados romanos le arrebataron a Jesús antes de crucificarlo, un viaje que va desde Roma hasta Atenas. Su titulo original es “The Robe” y llegó a vender más de dos millones de ejemplares. Sin embargo, la película –con Richard Burton en el papel central– tiene una fama muy superior, no por nada ganó dos premios Óscar, un Globo de Oro y se convirtió en un clásico instantáneo. El escritor, por cierto, no llegó a ver su historia plasmada en la pantalla grande, pues murió dos años antes del estreno. 

5)

En 1950, un año antes de ganar el Nobel de literatura, el sueco Pär Lagerkvist publicó una novela sobre Barrabás. El libro, titulado igual que el personaje bíblico, explora los deseos de reivindicación del ex convicto, quien vive atormentado por la culpa de haber sido favorecido con la libertad en vez de Jesucristo. Tres años después de la aparición del libro, el realizador Alf Sjöberg, compatriota de Lagerkvist, llevó la obra al cine. Pero recién 1962 “Barrabás” se convertiría en éxito cinematográfico gracias al director Richard Fleischer (Tora! Tora! Tora!”, “Conan el Destructor”) y a un elenco en el que sobresalen estrellas de primer nivel como Anthony Quinn, Silvana Mangano, Ernest Borgnine o Vittorio Gassman.  

6) 

Si alguien menciona “Quo vadis?” los rostros de Robert Taylor y Deborah Kerr aparecen de forma instantánea. Eso gracias a la película de Mervyn LeRoy de 1951, otro clásico de Semana Santa. Pero “Quo vadis?” fue originalmente una novela. Escrita por el polaco Henrik Sienkiewicz, se publicó por entregas en un periódico de Varsovia entre 1895 y 1896. La historia, ambientada en la época del emperador Nerón, se inicia con el complicado romance entre un romano y una cristiana. En la película de LeRoy el genial Peter Ustinov compone un Nerón inmejorable. La escena en que toca el arpa mientras Roma se incendia es de antología. 

7) 

Otras dos películas de este tipo basadas en novelas son: “Espartaco” (dirigida por Stanley Kubric en 1960, escrita nueve años antes por el norteamericano Howard Fast) y “La historia más grande jamás contada” (llevada al cine en 1965 por George Stevens, escrita al menos una década atrás por el periodista norteamericano Charles Fulton Oursler). Un caso singular es el de “La Misión”, novela del inglés Robert Bolt que fue trasladada al cine con un guión escrito por el propio Bolt. Dirigidos por el gran Roland Joffé, Jeremy Irons y Robert de Niro hicieron las veces del Padre Gabriel y del capitán Rodrigo Mendoza.

Si ya están cansados de haberlas visto año tras año, quizá alguno se anime a leerlas por primera vez. 

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