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Renato Cisneros
Periodista, poeta y novelista

Que sabe nadie

Publicado el 27 de agosto del 2018

Renato Cisneros
Periodista, poeta y novelista

Que sabe nadie

Publicado el 27 de agosto del 2018

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Antes de Julius estuvo Manolo, como un hermano menor pero anterior, arropado con la misma timidez, curiosidad, desconcierto, pero sobre todo con la misma voz del personaje definitivo de «Un Mundo para Julius». 

En 1968, dos años antes de que apareciera la novela emblemática de Alfredo Bryce, salió a la luz «Huerto Cerrado», su primer libro de cuentos, que ganaría una mención en el Premio Casa de las Américas de ese año; doce cuentos sobre la vida de Manolo, cuentos que este 2018 cumplen medio siglo de haberse publicado. 

Bryce decidió escribir ese libro en el verano de 1964, inspirado por sus lecturas de Julio Cortázar, a quien acababa de conocer personalmente en París. Una vez que creyó concluidos los textos fue a mostrárselos a Julio Ramón Ribeyro, a quien no conocía pero sí admiraba desde que vio un enorme afiche suyo en el Parque Universitario. «Yo fui a ver a un maestro, y Julio recibió a un aprendiz. Lo lindo es que muy rápido nos convertimos en amigos», recuerda Bryce. Ribeyro aprobó los cuentos pero no el título original, «El camino es así». Le dijo: «el libro es bueno, pero el título se parece a ti, suena a un mal bolero». Bryce le pidió que rebautizara el material y Ribeyro, después de decir algo acerca de las atmósferas cerradas y los personajes claustrofóbicos, le sugirió el que sería el título final: Huerto cerrado.  

El manuscrito original, lo ha comentado Bryce en varias ocasiones, le fue sustraído de la maletera de un auto descapotable. Parece una anécdota más, pero no lo es. Se trata de un momento crucial en su vida. Cualquier iniciado en la literatura se habría desmoralizado y quizás hasta habría renunciado a seguir escribiendo tras el robo del borrador de su primera obra, pero en Bryce la experiencia no hizo sino confirmar la terquedad, la vocación, las ganas de convertirse en escritor. 

Así como hay películas o canciones que es necesario ver y escuchar en determinadas edades o etapas porque impactan más o mejor, «Huerto Cerrado» es un libro que, siendo grato de leer y releer en cualquier momento, se vuelve revelador en las manos de un adolescente.

Como aventuraba antes, el mundo de Manolo prefigura o anuncia al del célebre Julius, sobre todo en dos cuentos de «Huerto Cerrado» que son mis preferidos: «Con Jimmy en Paracas» y «Una mano en las cuerdas». Allí están dispersos los recursos que con Julius adquieren más tarde grosor narrativo, y en particular los temas de su universo: la diferencia de clases; la relación entre admirativa y neutra con el padre; el descubrimiento de ese mundo adulto más grande pero a la vez más cínico o menos generoso, poblado de gente que tiende a decepcionar; el enamoramiento, la ilusión, en fin, la pérdida de la inocencia.

Así como hay películas o canciones que es necesario ver y escuchar en determinadas edades o etapas porque impactan más o mejor, «Huerto Cerrado» es un libro que, siendo grato de leer y releer en cualquier momento, se vuelve revelador en las manos de un adolescente. Contiene muchas de las dudas y reflexiones existenciales que orbitan en la cabeza de un muchacho o muchacha que está en tránsito a la adultez, que quiere y no quiere «ser grande». Me pasó. Tenía quince o dieciséis y sentía que Manolo —el chico que va al club, que se enamora de Cecilia, que huye de casa, que ama y desconfía de sus amigos y parientes— representaba lo que yo había sido o buscaba ser durante los veranos de mi adolescencia. Sus expectativas, frustraciones, miedos, envidias y trastornos eran los míos, o se asemejaban demasiado, algo que no me había ocurrido hasta ese momento con otro autor, no de manera tan diáfana. 

Por eso resulta tan fácil querer a Alfredo Bryce: muchos de sus personajes están construidos con emociones más que con gran complejidad psicológica, y los humanos somos eso, seres cien por cien emocionales, aunque nos guste negarlo. 

En octubre, durante la Feria Ricardo Palma de Miraflores, se realizará una celebración especial por los cincuenta años de «Huerto Cerrado». Quienes nunca lo leyeron tendrán al fin la oportunidad de hacerlo. Su parte adolescente, en secreto, lo agradecerá. 

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