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Renato Cisneros
Periodista, poeta y novelista

Que sabe nadie

Publicado el 30 de septiembre del 2019

Renato Cisneros
Periodista, poeta y novelista

Que sabe nadie

Publicado el 30 de septiembre del 2019

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En tren, desde Madrid, llegas a Segovia en veinticinco minutos. A través de la ventana el cambio geográfico es radical: van quedando atrás la urbe, las autopistas y poco a poco va pronunciándose la hermosa sierra de Guadarrama. Segovia es famosa por su imponente acueducto romano, clavado en el centro de la ciudad; por su catedral, sus castillos, sus vistas y jardines; porque ahí vivió y se enamoró Antonio Machado; y, dato gastronómico, por el legendario cochinillo que los locales devoran después de partir en dos usando un plato como rodillo y de lanzar ese plato por los aires. 

En esa ciudad estuve hace unas semanas para asistir al Hay Festival, esa fiesta de la palabra y las ideas que se desarrolla en varias partes del mundo (Perú incluido) y que tiene por finalidad compartir preocupaciones acerca de la humanidad, acerca de la época que vivismos, acerca del compromiso artístico y del pensamiento crítico. Me impresionaron varias de las charlas que escuché. Pienso, por ejemplo, en lo que dijeron, por separado, Fernando Savater, Antonio Muñoz Molina o Fernando Aramburu al reflexionar sobre las amenazas totalitaristas, sobre la identidad, sobre la crisis política española, sobre los cambios que ha sufrido el mundo desde que ellos empezaron a escribir. Me impresionó también la actitud del público: volcado totalmente a las actividades a pesar de las condiciones del clima. Una noche me tocó participar de una lectura al aire libre, en medio de una plaza, y de pronto se destapó una lluvia pertinaz que, si bien logró disuadir a varios de los presentes, obligó a la mayoría a abrir sus paraguas y aguzar el oído para atender a los escritores. Había algo hermoso, algo heroico en esa circunstancia llena de resistencia y de amor por las palabras.  

Pero quizá mi gran descubrimiento del festival fue Theodor Kallifatides, un escritor griego que acaba de publicar su primer libro traducido al español, «Otra vida por vivir», gracias a la editorial Galaxia Gutenberg. Allí Kallifatides —un viejecito octogenario al que nada más conocerle dan inmediatas ganas de abrazar— cuenta cómo, después de dejar Grecia muy joven para irse a vivir a Suecia escapando del caos de su país; después de superar los primeros rigores del inmigrante, aprender el sueco y convertirse en escritor en ese idioma adoptado; después de un largo bloqueo creativo que lo tuvo por meses sin poder escribir nada; después de todo aquello, un día volvió a su pueblo natal, en el Peloponeso, y experimentó la urgencia de escribir en su lengua materna, la lengua con que de niño aprendió a nombrar las cosas, a la que siempre estuvo emocionalmente vinculado, por más que su vocación de narrador se había consolidado muy lejos de Grecia. 

Pero quizá mi gran descubrimiento del festival fue Theodor Kallifatides, un escritor griego que acaba de publicar su primer libro traducido al español, «Otra vida por vivir» [...]

Esa es la maravilla de estos festivales: uno aprende, conoce, transmite, dialoga, pero sobre todo vive a través de las experiencias de los demás. El Hay Festival de noviembre en Arequipa será, sin duda, una experiencia parecida.

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