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Mariana de Althaus
Dramaturga

Publicado el 14 de julio del 2018

Mariana de Althaus
Dramaturga

Publicado el 14 de julio del 2018

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Luego de ver el excelente documental “She’s beautiful when she’s angry” se lo recomendé a mis amigas. El documental cuenta cómo se gestó la revolución feminista del siglo pasado, que cuestionó el limitado lugar al que la Historia confinó a las mujeres, y que empezó a exigir igualdad de oportunidades.

Una de mis amigas me comentó que no le había gustado el video, que lo apagó en el momento en que las feministas cuestionan la maternidad como aspiración máxima de la mujer. Ella, una maravillosa madre de tres niños entregada completamente la crianza, se sintió cuestionada en su elección de vida. Traté de explicarle que no debía sentirse criticada: ella ha elegido dedicarse al mundo doméstico, en cambio antes del feminismo las mujeres no tenían opción, debían quedarse en casa y tener todos los hijos que les mandara dios aunque no los quisieran. Ella ha ejercido la libertad de elección que conquistaron las feministas del siglo pasado.

Más de 50 años después, aun nos vemos en la necesidad de convencer de la importancia de la lucha feminista incluso a muchas de nuestras congéneres que gozan de los logros del feminismo.

Más de 50 años después, aun nos vemos en la necesidad de convencer de la importancia de la lucha feminista incluso a muchas de nuestras congéneres que gozan de los logros del feminismo. Ellas pueden votar, estudiar, trabajar, pueden usar anticonceptivos, etc; pero dicen que no son feministas. A muchos hombres antifeministas les gusta citar y poner de ejemplo a estas mujeres como si el hecho de que existan representantes del género femenino que renieguen del feminismo fuera la prueba de la invalidez o el sinsentido del movimiento. Nos gustaría que todas las mujeres se sumen a la causa, que todas reconozcan los beneficios que disfrutan gracias al feminismo, que todas comprendan la necesidad de seguir luchando contra por la igualdad de oportunidades, exigencias y trato para los hombres y las mujeres. Pero no es posible. Sin embargo, cada vez somos más. Mujeres y hombres feministas. Y las mujeres y los hombres que no lo son, igual se beneficiarán con nuestras conquistas.

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