En su primera edición virtual, la Feria Internacional del Libro de Lima enfrenta a sus organizadores a una realidad diferente: sus resultados no son estáticos. Los eventos culturales seguirán sumando audiencias y reproducciones mientras permanezcan en el ciberespacio.
Finalizada la 25 edición de la Feria Internacional del Libro de Lima 2020, su máximo representante, Willy del Pozo, Presidente de la Cámara Peruana del Libro, sigue sacando cuentas.
“Hemos tenido repercusión internacional en más de 40 países de cuatro continentes. Los eventos culturales alcanzan 900 mil visualizaciones, pero van a seguir aumentando con el tiempo”.
La feria transmitió 319 actividades culturales, en algunos casos en simultáneo vía Facebook Live y en Youtube. Las reproducciones superaron las 900 mil visualizaciones mencionadas por del Pozo y aventuran una audiencia aproximada de 4 millones de personas. Hasta ahora.
Fiesta digital
Durante 17 días la Feria Internacional del Libro tuvo que adaptarse a las circunstancias y celebrar sus Bodas de Plata ateniéndose a la emergencia sanitaria. Los resultados han sido más que favorables. Más de 27 mil libros vendidos e ingresos alentadores.
“Las ventas son aproximadamente de 1.4 millones de soles, lo cual es bastante significativo viniendo de un sector golpeado y vulnerable. También están las editoriales que no participaron en la feria, pero vendieron en sus propias plataformas. Juntos bordeamos los 2 millones de soles en ventas de libros. Lo cual, en medio de una pandemia, confirma el interés de la población por los libros y la cultura”, señala del Pozo.
—¿Por qué crees que fue importante el apoyo de la Fundación BBVA?
Contar con el apoyo de instituciones como la Fundación BBVA, que apostó por la cultura ante esta incertidumbre que era organizar una feria virtual, ha sido importantísimo porque se trata de un apoyo sólido y consistente. Y eso es de aplaudir y agradecer.
—¿Consideraron la posibilidad de suspender la FIL este año?
Nunca pensamos en cancelar, había que arriesgar para conseguir los frutos. El golpe de la pandemia ha sido duro, pero ante esta situación hemos ganado un espacio en el mundo virtual, que antes no habíamos contemplado y que en el futuro va a convivir con la feria física.
—¿Por qué es importante la cultura en momentos como los que atravesamos?
En circunstancias como las de ahora, el país tiene que enfocarse en la búsqueda de un horizonte interior a través de los libros y la lectura. Las instituciones que apuestan por el desarrollo de la cultura, como la Fundación BBVA y la FIL, tienen que caminar de la mano.
Real imaginario
Ciertamente la FIL Lima no es la primera feria virtual, pero sí la única en su especie. Del Pozo comenta que sabe de experiencias previas en Buenos Aires, Bogotá, Santo Domingo y Panamá, pero con una gran diferencia: se limitaron a las transmisiones culturales.
La feria peruana es la primera en comercializar desde una plataforma común donde los expositores publicaron sus ofertas. “También promovimos jornadas profesionales dirigidas a editoriales y distribuidoras interesadas en exportar, así como los conciertos en casa. Mantuvimos todos los elementos de una feria presencial”, comenta el presidente de la CPL.
Somos libros
Antes de la crisis, el país invitado era Portugal. El tema central mutó a “Una mirada al Perú”. Willy del Pozo interpreta este cambio: “Era el momento de vernos a nosotros como país y sociedad. La situación nos ha llevado a la reflexión y de alguna manera la pandemia nos ha unido. A vísperas del Bicentenario ya no buscamos la libertad con la espada sino con la palabra”.
Terminó la Feria del Libro, que en su vigésimo quinta edición estrenó su versión digital. Willy del Pozo, presidente de la Cámara Peruana del Libro, señala que los resultados obtenidos -gracias al respaldo de la Fundación BBVA- permitieron conquistar nuevos espacios como la realidad virtual.
La cultura siempre representa más oportunidades.