Se cumplen 187 años del nacimiento de Ricardo Palma, el insigne autor de “Las tradiciones peruanas”. Más que un autor costumbrista, Palma fue el fundador de la identidad nacional. Infatigable en todos los campos en los que se desempeñó, tuvo siempre un solo horizonte a la vista: El Perú.
En su libro “Ricardo Palma, espíritu de lo peruano”, Augusto Tamayo afirma que la obra de Palma trasciende la literatura y abarca otros espacios de la vida pública del país. La obra, publicada el año pasado con el auspicio de la Fundación BBVA, hace énfasis en este labor multifacética e incansable del tradicionalista.
Corazón de poeta
La biografía de Palma contiene episodios que confirman su amor al país. Nacido el 7 de febrero de 1833, en el seno de una familia de tradición limeña, Palma vive sus primeros años en la casa del actual jirón Ayacucho, a media cuadra del Congreso.
Desde muy joven da testimonio de su afición a las letras y a los 15 años publica su primer poema en el diario El Comercio de Lima. Desde entonces desarrolla una prolífica carrera intelectual y literaria.
Su prestigio como poeta y autor dramático antecede la aparición de los cuatro primeros volúmenes de las “Tradiciones peruanas”, entre los años 1872 y 1877, que lo consagran en el Perú y el extranjero. La Real Academia Española de la Lengua lo nombra Miembro correspondiente en el Perú.
Poco antes de la guerra, en 1878, se traslada al entonces balneario de Miraflores a disfrutar de su familia y desarrollar su labor de investigación lejos del bullicio de la ciudad.
Patriota en trance
Pero entonces se desata la conflagración entre Chile, Bolivia y el Perú. En 1879, Palma es testigo de una hora dramática para el país. Ante la inminente derrota, vive a salto de mata ante el asedio del enemigo.
Tras las batallas de San Juan y Miraflores en enero de 1881, sufre los desastres de la invasión, su casita de Miraflores arde presa de las llamas. Palma denuncia ante las embajadas extranjeras las tropelías del enemigo, sobre todo, la destrucción de la sede de la Biblioteca Nacional.
Finalizado el conflicto, el escritor lejos de aceptar una conveniente oferta laboral del diario La Nación de Argentina, opta por inmolarse en la reconstrucción de la Biblioteca, reducida a caballerizas por el invasor.
Cumple su palabra y en 1884 inicia la misión de devolverle al país su más importante institución.
El legado
“Ricardo Palma, espíritu de lo peruano”, reseña esa entrega. La Fundación BBVA, convencida que a más cultura, más oportunidades, auspició este libro con el propósito de difundir la verdadera estela de Ricardo Palma.
Como bien lo señaló Augusto Tamayo durante la presentación de su libro en octubre pasado: “La labor de Palma es incansable, abierta, tenaz y patriótica. Tal vez por todo ese infatigable trajinar es que ha recibido el absoluto reconocimiento del país, desde antes siquiera de morir.”
El libro de Tamayo cede el protagonismo a la imagen, no solo con el canon fotográfico existente, sino también con fotos inéditas o poco divulgadas. Aparecen escenas de la intimidad familiar, la visita de ilustres a su despacho de director, así como documentos u objetos que fueron parte de su vida.
Hay también imágenes que nos ubican en los convulsos años que le tocaron vivir y la ciudad que le tocó disfrutar y padecer.
Se trata en suma de celebrar el nacimiento de Ricardo Palma, el tradicionalista nacido el 7 de febrero de 1833. Pero también, el poeta, dramaturgo y periodista. El animoso defensor de la patria, reconstructor de la Biblioteca. Pero sobre todo, un gran peruano.