Fundación BBVA Perú
Publicado el 20 de noviembre del 2025
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La Casa de la Emancipación, sede de la Fundación BBVA en Trujillo, fue escenario de los más trascendentales episodios de la gesta emancipadora. Fue sede de la intendencia donde el Marqués de Torre Tagle tuvo sus primeras comunicaciones con el libertador San Martín.

El próximo 20 de noviembre se cumplen 205 años de la primera carta que el libertador don José de San Martín escribió, desde Supe en 1820, al entonces intendente de Trujillo, el marqués de Torre Tagle, invocando caballerosamente el apoyo del norte peruano a la causa patriótica.

Un intendente interino

En 1820 el marqués don José Bernardo de Torre Tagle y Portocarrero todavía servía a la Corona Española. Había llegado a Trujillo por una eventualidad.

Originalmente había sido nombrado intendente de La Paz (Charcas). Debido a la renuncia por enfermedad de don Vicente Gil de Taboada, intendente de Trujillo, el virrey Joaquín de la Pezuela, optó por destacarlo al norte del virreinato peruano, de manera interina y con el pago de medio sueldo.

Su nombramiento se produjo el 25 de julio de 1820. Un mes después, fue recibido por los alcaldes don Manuel de Castro y Don Manuel Vicente Merino, acompañados por los miembros del cabildo y los notables de la ciudad.

Entre esos personajes se encontraban Manuel Tadeo Fernández de Córdova, Juan José y Juan Alejo Martínez de Pinillos, Juan Bautista Luna Victoria, Gaspar de la Vega y Solís, Fermín Matos, Miguel Tinoco y Merino, Tiburcio de Urquiaga y Aguirre, a la sazón comprometidos con la causa independentista.

La carta de San Martín

San Martín llegó a Supe, Barranca, al norte de Lima, meses más tarde. La expedición libertadora, a bordo del bergantín “Galvarino”, arribó el 19 de noviembre de 1820 al puerto de Supe, Barranca, al norte de Lima. Estableció ahí su cuartel general hasta el 5 de diciembre de ese mismo año.

Los habitantes de Supe, junto con los de Barranca y Pativilca, apoyaron a los patriotas brindando víveres y varios de sus habitantes se sumaron al ejército de San Martín.

Apenas un día después de su llegada a Supe, el 20 de noviembre, San Martín escribió a Torre Tagle: “Mi apreciado paisano y amigo”. Así invocó su respaldo a la causa patriótica, alertándolo sobre los pueblos que han optado por su independencia.

Luego le plantea la interrogante: “¿Será prudente sacrificarse Ud. y sacrificar a los habitantes de Trujillo por intereses ajenos, y aun contrarios a los suyos?, ¿Será justo anteponer las obligaciones de un pundonor mal entendido, a las que la razón y la eterna moral prescriben a todos los hombres?”.

Al final de la misiva, San Martín vela por la integridad de su emisario: “Cualquiera que sea la resolución de Ud., espero no será molestada en lo menor la persona conductora de esta carta, y que usted le permita regresar libremente. Vale.”

La correspondencia

El marqués se tomó su tiempo para responder. Siendo funcionario de la corona no era tan sencillo pasarse al bando contrario. El Generalísimo, impaciente, se apresuró a insistir con dos cartas más, escritas el 27 de noviembre y el 12 de diciembre.

Por fin, Torre Tagle escribió su misiva de respuesta el 2 de diciembre de 1820, pero no fue sino hasta el 14 de diciembre que San Martín puedo leerla.

En ella el marqués expresa su satisfacción, informándole de su frustrado intento de proclamar la independencia en Lima y de la creación del regimiento de la Concordia del Perú. También le previene que sus hombres de confianza son su tesorero, y sus primos el marqués de Bellavista y Miguel Tinoco y Merino.

Para mayor seguridad sugiere que las comunicaciones en adelante sean enviadas a la hacienda San Idelfonso en el valle Chicama. El marqués en tono lírico y añade: “En la llegada de Ud. a estas playas vieron los pueblos la aurora que anunciaba el día de la gloriosa independencia, por la que unánimes suspiraban”.

La casa de don Tiburcio 

Torre Tagle en ese entonces despachaba en la casa de don Tiburcio de Urquiaga, quien en 1820 cedió parte de su vivienda para establecer ahí la intendencia de Trujillo. Hoy este inmueble es la Casa de la Emancipación, sede de la Fundación BBVA en Trujillo.

Un patrimonio histórico donde se gestó el apoyo de los notables trujillanos a la causa emancipadora y probablemente donde se dio lectura a la correspondencia entre el marqués y el libertador. Todos estos eventos colaboraron a la declaración y proclamación de la independencia de Trujillo y el apoyo decidido del norte peruano a la independencia del Perú.

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