Ante la crisis desatada a causa de la epidemia del COVID-19, Alemania y Francia son los primeros países en incluir la cultura entre los bienes de primera necesidad. En ambas naciones se están organizando programas de rescate financiero, así como subvenciones estatales.
En Alemania ha sido la ministra de cultura, Monika Grütters, la que ha anunciado que, ante la paralización de todas las actividades culturales –presentaciones de libros, conciertos, representaciones teatrales, museos, operas– miles de personas corren el grave riesgo de quedarse en la calle y ver desaparecer toda iniciativa cultural.
La cultura no es un lujo
No solo eso. La ministra Grütters, también ha señalado esta semana, que en circunstancias como las actuales, permiten apreciar cuan fundamental es para el ser humano el desarrollo de la actividad cultural para el enaltecimiento de su alma y espíritu. “La cultura no es un lujo y ahora comprobamos cuánto nos hace falta si tenemos que prescindir de ella”, señaló.
Las primeras medidas del gobierno alemán incluyen: la inyección de unos 120 mil millones de euros (un aproximado de US$ 130 mil millones de dólares) destinados al sostenimiento del empleo y una línea de liquidez ilimitada que favorece a los grandes teatros como a empresas pymes.
El programa de supervivencia hace énfasis en sectores vulnerables: “Esta situación pone en angustia considerable a los artistas y supone una gran carga para las industrias culturales y creativas, en particular para las instituciones más pequeñas e independientes”, precisó.
Música para las masas
La sociedad alemana de comerciantes de la música había alertado al gobierno de Ángela Merkel la necesidad de ayuda inmediata. Solo la industria de la música –que incluye conciertos, grabación y fabricación de instrumentos– genera ingresos anuales por mil millones de euros anuales (US$ 1,067 millones de dólares, aproximadamente) y cuenta con más de 12 mil trabajadores.
Ante esa gravedad la Ministra de cultura alemana ha señalado la necesidad de prestar auxilio a la cultura. “No solo debe preocuparnos la economía, sino también nuestro paisaje cultural, que ha sido muy afectado por las cancelaciones”, advirtió. “Los artistas y las instituciones culturales pueden confiar en el Gobierno, que tendrá en cuenta las situaciones de vida y las condiciones de producción de las industrias culturales, creativas y de medios”.
Cultura gala
En Francia se han adoptado medidas semejantes. El ministro de cultura de ese país, Franck Riester, anunció un soporte financiero de 22 millones de euros (US$ 23,5 millones de dólares).
De ese dinero: 10 millones de euros (US$10,7 millones de dólares) serán destinados a la música; 5 millones (US$ 5,3) a las artes escénicas y otros 5 millones para librerías y editoriales. Los 2 millones de euros restantes (US$ 2,13) serán para las artes visuales.
Sin mecenas
Otro de los países de Europa afectado gravemente por la pandemia es España, donde a la fecha se espera la promulgación de las leyes de mecenazgo o subvención artística por parte del estado o las entidades privadas. Sin embargo, estas no han sido promulgadas por lo que se aguarda que el gobierno español brinde los soportes necesarios para su mantención y vigencia.
Urgencias
La cultura no es un lujo ni un pasatiempo. Los gobiernos de Alemania y Francia han dado los primeros pasos económicos para su reactivación con financiamiento de asistencia. La cultura es un bien de primera necesidad, lo cual en tiempos como los actuales, se confirma con mayor intensidad.
La Fundación BBVA, en su convencimiento que a mayor cultura, mayores oportunidades, compromete sus mejores esfuerzos para la reactivación de este sector una vez los peruanos hayamos superado la emergencia sanitara.