Fundación BBVA Perú
Publicado el 7 de agosto del 2020
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Desde 1994 la Asamblea Nacional de las Naciones Unidas estableció cada 9 de agosto como Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Sin embargo, la revalorización de las poblaciones nativas en la literatura peruana se produjo algunos años antes.

La preocupación por la situación de las poblaciones autóctonas en el Perú se remonta hacia finales del siglo XX, cuando era tema de debate en foros políticos y culturales. Los antecedentes coloniales son aún mucho más remotos y remiten al padre Bartolomé de las Casas (1484-1566).

Los pioneros

El debate intelectual sin embargo no se inició hasta que don Manuel González Prada incluyó el artículo “Nuestros indios” en su libro “Horas de lucha” (1908). Una denuncia sobre las condiciones en las que subsistían los pobladores indígenas en el Perú de aquellos años.

El tema sería desarrollado luego por José Carlos Mariátegui en “El problema del indio”, incluido en “Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana” (1928). El Amauta propuso la transformación del universo indígena como medio para detener las injusticias.

Las historias

Sin embargo, la obra precursora de la corriente que más tarde se conocería como “indigenismo” fue la novela “Aves sin nido” de Clorinda Matto de Turner, publicada en 1989.  En ella se denunció la condición del trabajo forzado en las mitas y la esclavitud de los pongos.

En poesía, la orientación de la corriente indigenista se caracterizó por la identidad cultural y la herencia milenaria de las culturas prehispánicas. Expresión de ese sentimiento es el Grupo Poético Orkopata, cuya actividad se desarrolló en Puno entre los años 1925 y 1930.

Orkopata, que en voz quechua y aimara significa “parte central de la montaña”, agrupaba las voces de escritores como Gamaliel Churata (seudónimo de Arturo Peralta), su hermano Alejandro Peralta, Luis de Rodrigo, Guillermo Mercado y Emilio Armaza.

La edad dorada

En la primera mitad del siglo XX, el indigenismo atravesaría una etapa de esplendor gracias a la pintura de José Sabogal. En los años 40, la literatura tomaría la posta con Enrique López Albújar y sus “Cuentos andinos”.

Pero fue con Ciro Alegría, y sus novelas “Los perros hambrientos” (1939) y “El mundo es Ancho y ajeno” (1941), y con José María Arguedas, y sus libros “Yawar Fiesta” (1941) y “Los ríos profundos” (1958); que la novela indigenista alcanzó su máximo esplendor.

Un detractor

Pero no se crea que esta reivindicación estuvo libre de críticas. Hubo quienes renegaron de esta corriente con acritud por considerarla postiza y forzada. Uno de ellos, el poeta César Moro en artículos publicados en fines de los años 30.

César Moro es uno de los poetas incluidos en Encuentra tu poema, la página web de la Fundación BBVA que promueve la lectura de la poesía. Los versos de “El mundo ilustrado” y “Un camino de tierra en medio de la tierra” se encuentran en las voces de la actriz Norma Martínez y la periodista Clara Elvira Ospina, respectivamente.  

Tiempos modernos

La migración de los andes a la ciudad provocó el realismo urbano de los años 60, por lo que es difícil hablar de un indigenismo subsistente. La literatura representa a la ciudad convulsa y compleja, cercana al sincretismo cultural y a la apropiación de una nueva identidad: el migrante.

Fruto de este mestizaje entre lo rural y urbano es la música tropical andina de los años 80, comúnmente llamada “chicha”. Sin embargo, el tema de la postergación y la injusticia persiste en los andes peruanos, pero ya desde la perspectiva de la violencia.

Los años salvajes

Los estudios de Alexandra Hibbet sobre este proceso prestan atención al libro de cuentos de Alejandro Pérez Huarancca, “Los ilegítimos” y al poema “La palabra de los muertos o Ayacucho en hora nona” de Marcial Molina Richter.

Obras que la académica opta por inscribir dentro de la “literatura de la violencia en el Perú”, ya muy lejos de las coordenadas del indigenismo propiamente dicho.

Día mundial

En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas que se celebra cada 9 de agosto, por resolución de la Asamblea de la ONU de 1994, recordamos la literatura indigenista en el Perú. Expresión que ha seguido el derrotero de las poblaciones nativas en nuestro país.

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