Fundación BBVA Perú
Publicado el 24 de noviembre del 2023
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Hace exactamente dos siglos la Casa de la Emancipación fue escenario de un dramático episodio de nuestra vida republicana. Ahí se había refugiado el naciente gobierno de José de la Riva Agüero frente la contraofensiva realista. Y ahí también el presidente fue capturado por los patriotas, el 25 de noviembre de 1823, acusado de traición, luego de sostener conversaciones con el Virrey La Serna.

Una vez declarada la Independencia del Perú en julio de 1821, el poder español no había desaparecido del flamante suelo patrio. Ciertamente gozaba de las simpatías de un sector de la población y conservaba el poder bélico que le permitía combatir a los patriotas.

En setiembre de 1822, el Generalísimo don José de San Martín había comunicado a los peruanos su decisión de abandonar el país, terminando su protectorado y dejando a los flamantes ciudadanos la responsabilidad de terminar con la campaña de la independencia.

No pasaron muchos meses para que las fuerzas realistas se envalentonaran y lanzaran la contraofensiva. A mediados de junio de 1823 sus tropas recuperaron Lima y reinstalaron el poder español. Las nuevas autoridades republicanas se vieron precisadas a evacuar la capital.

La mudanza al norte

El Congreso, primero, tuvo que instalarse en Trujillo. Al poco tiempo, el entonces presidente de la república, José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete, siguió sus pasos. La sede elegida para su errante gobierno fue la hoy llamada Casa de la Emancipación, sede de la Fundación BBVA.

Que la residencia –un tradicional solar de la era virreinal, propiedad de Tiburcio de Urquiaga y Aguirre– fuera elegida como sede de gobierno se debió a las buenas relaciones que Riva Agüero mantenía don Fernando de Urquiaga, hijo de don Tiburcio y entusiasta patriota.

Las investigaciones del historiador Frank Díaz Pretel han establecido las buenas migas de Riva Agüero con la elite trujillana. En su tesis “Familia, fortuna y poder de un vasco noble: Don Tiburcio de Urquiaga y Aguirre 1754-1841” señala que: “La simpatía de la familia Urquiaga con Riva Agüero se demuestra en su participación directa en el gobierno local y nacional”.

La guerra civil

Sin embargo, los realistas no eran la única preocupación del presidente Riva Agüero. El caos que caracterizó a esta turbulenta etapa histórica generó dos bandos antagónicos en el seno de la república. Se produjo así una guerra civil entre peruanos.

Enterado que, por influencia del Antonio José de Sucre, algunos diputados habían solicitado su destitución de la presidencia, Riva Agüero apresó a 7 de éstos y disolvió el congreso. En su lugar instituyó un senado compuesto por diez vocales elegidos por los propios diputados.

Así Riva Agüero gobernó desde la Casa de la Emancipación entre julio y noviembre de 1823, en medio de una inestabilidad cada vez más apremiante. Los trujillanos, en un principio sus aliados, le dieron la espalda luego que Simón Bolívar le negara su respaldo y que, por el contrario, ofreciera sus servicios para expulsarlo del poder.

Los dos presidentes

En Lima, mientras tanto, se nombró presidente de la república al marqués de Torre Tagle, dando inicio al tradicional desorden de la política peruana, el cual propició una disputa entre dos presidentes, uno en Trujillo y el otro en Lima.

En medio de este dilema, Riva Agüero sostuvo negociaciones con el virrey José de la Serna, lo que fue suficiente para acusarlo de traición. Riva Agüero terminó preso luego de ser capturado el 25 de noviembre de 1823. Hace exactamente dos siglos.

Para visitar la historia

La Casa de la Emancipación es uno de los espacios conmemorativos de nuestro Bicentenario y en sus ambientes se albergan pasajes trascendentales de nuestra historia. Ubicada a pocos metros de la plaza de armas trujillana, puede ser visitada también de modo virtual a través del link : https://www.fundacionbbvaperudigital.pe/tour-virtual/casa-emancipacion/

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