Pintora y escritora Paula Bonet: Feminismo, arte y activismo

La artista española Paula Bonet explora en su obra la literatura, la música, el cine y las artes plásticas a través de la poesía, la prosa y la imagen ilustrada. Ha publicado novela gráfica, libros de no ficción, poesía, cancioneros. También ha colaborado con otros autores e ilustrado su propia obra. Su último trabajo es Roedores: Cuerpo de embarazada sin embrión, un libro que habla del aborto espontáneo, con referencias a la experiencia personal de la artista. 

Bonet estuvo en el reciente Hay Festival Arequipa (8-11 noviembre 2018) conversando con Alejandra Ballón, en una interesante charla de la que rescatamos algunos fragmentos, donde la artista habla sobre feminismo, activismo y arte.

Edición: Izara García (*)

Sobre Roedores: cuerpo de embarazada: Este libro intenta nombrar uno de tantos tabúes a los que nos enfrentamos. Existe porque surge de la experiencia personal de haber vivido en poco mas de un año dos abortos espontáneos seguidos. La primera vez que viví esta experiencia formé parte de este silencio colectivo que compartimos todas las mujeres que hemos pasado por allí y fue muy doloroso. Porque me di cuenta de que había vivido de espaldas a una información que debería haberme interesado, debería haber tenido sed por saber más sobre mi cuerpo. Me dio mucha rabia también porque últimamente en España se están publicando muchos libros sobre maternidad tardía, sobre mujeres que pasan de los 40 y se empeñan en ser madres y es muy complicado. Y esto al final lo que hace es retratar un contexto injusto, que no te permite mantenerte a ti misma hasta los 35 ó 36 años y no puedes ni plantearte dar vida, porque tener un hijo conlleva una responsabilidad muy grande, hay muchos gastos, y en el momento en que puedes permitirte ser madre, el mismo contexto te culpa y te dice que eres vieja […] viví esa experiencia con muchísima angustia porque es cierto que a partir de los 35 años, un 25% de los embarazos no llega a buen puerto y esa es una realidad con la que no convivimos.

La segunda vez que me sucedió, me di cuenta que lo estaba viviendo de una manera mucho más sana, tanto a nivel emocional como a nivel intelectual, y que esto se debía a que ya tenía la experiencia, tenía las herramientas para poder gestionarlo.

Sobre la igualdad de género y la falta de representación de mujeres artistas en la historia oficial: Yo publiqué un libro que se titula La Sed en 2016, que hablaba de este encontronazo con el contexto de haber crecido y haber visto que esta igualdad de género, que se había prometido, no existía. Mi formación emocional e intelectual partía solo de la experiencia masculina, como todos mis referentes en todos los campos, y sobre todo los literarios, que son los que más me interesan. Vi que solo había leído a hombres […] y pensé ¿donde están las mujeres? Entonces empecé a buscar mujeres y vi que había muchísimas que habían sido valoradas en vida, que habían sido premiadas, pero que el momento en que se fijó la historia, desaparecieron. Y eso es lo que nos sucede a las mujeres, que no tenemos referentes. Sería mucho más interesante partir de la experiencia de mujeres que ya han vivido ese proceso y sacado conclusiones.

Hablando sobre su libro en referencia al movimiento feminista: Lo sitúo dentro del movimiento primero porque, sin el movimiento, este libro no existiría, porque yo no habría tenido el valor para publicarlo.

Soy consciente de que las mujeres estamos entendiéndonos, estamos apoyándonos, haciendo un esfuerzo por acceder al espacio público imitando roles masculinos; deberíamos hacerlo sin tener que vestir traje y chaqueta y sin tener que hacer la voz más grave, y además otra cosa que hemos visto es justamente encajar en un sistema que no nos tiene en cuenta. Aquí voy a robarle las palabras a Mary Bird, la fantástica escritora e historiadora inglesa, “el problema es el sistema”. Lo que se tiene que cambiar es el sistema, creo que muchos nos hemos dado cuenta de esto y estamos haciendo que haya cuotas, por acercarnos a las obras de las mujeres sin prejuicios. Las pocas mujeres que he leído en el colegio, las he leído porque usaban un seudónimo masculino. Alguna se coló sin seudónimo, pero pocas. Este libro sale gracias a la sororidad. Yo recuerdo el último 8 de marzo que salí a la calle pensando que no tenía nada que celebrar y volví a mi casa muy feliz, muy optimista a largo plazo. Están sucediendo cosas importantes, pero acabamos de empezar, hay mucho trabajo por hacer.

Yo no estoy pidiendo nombrar el mundo solo en femenino, estoy pidiendo igualdad de géneros, que lo femenino esté al mismo nivel que lo masculino, que también se considere universal. Cuando un hombre escribe una autobiografía está hablando de la condición humana. Cuando una mujer escribe una autobiografía es una egocéntrica. Esto es un problema. 

Además, Bonet ha contestado estas preguntas para el Hay Festival:

-¿Qué libro nos recomiendas como imprescindible en nuestras bibliotecas?

Cómo acabar con la escritura de las mujeres, de Joana Russ. Imprescindible acercarse a este ensayo, que ilustra magistralmente los mecanismos con los que el patriarcado ha desprestigiado históricamente el trabajo artístico de las mujeres, así como todo lo que tiene relación con lo femenino.

-¿Qué personaje histórico admiras más y por qué?

Louise Bourgeois. Por su contundencia como creadora.

-¿Cual es el país que más te gusta o gustaría visitar?

Chile. Llegué a Santiago en una huida y encontré el lugar al que siempre vuelvo. Siempre que voy me encierro en el taller de grabado Taller 99. Me apasiona su literatura: Zurita, Eltit, Wilms Montt, Bombal, Parra. También estoy enamorada del sur del país, las Torres del Paine son de una belleza extrema.

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